Es bien sabido por todos los usuarios del conjunto Windows - Office, que el mejor gestor de imágenes posible es el Word. Si no es el mejor, por qué es el que todos usan¿?
Divagaciones absurdas a un lado, insertar imágenes en Word es una de las tareas comunes, para un trabajo, para preparar algún texto, para que no sepan donde tienes las fotos guarras. En fin, multitud de usos. Sin embargo, querer presentar un trabajo (voy a optar por la explicación de una utilidad seria) y que este ocupe un porrón de megas no es nada practico.
Para estas lides nuestros amigos de Microsoft nos dan la solución. Reducción de imágenes. Pero para variar es algo que funciona bien y no es nada complicado. Que cosas.
Tengamos por ejemplo un documento de Word al que le he adjuntado una serie de imágenes. Veamos, sus propiedades.
Un par de imágenes de nada y ya no me cabe en un disquete, que injusticia XD
A lo que iba. Pinchamos sobre una imagen para ver la barra de herramienta de imágenes. (si no la tenéis visible, menú Ver => Barras de herramientas => Imagen). Y ahí encontramos el botón Comprimir imágenes.
Marcamos nuestras opciones, todas las imágenes del documento y resolución para impresión, por ejemplo:
Aceptamos. Qué hemos conseguido con eso¿?
No está mal, no¿?
Posdata : La alusión al disquete ha sido un golpe a la melancolia de los buenos momentos que proporcionaba y aún proporciona a los más viejos del lugar.
